Un nuevo método acústico detecta sandías defectuosas, con huecos en su interior
· Investigadores españoles perfeccionan técnicas para determinar la calidad interna de las frutas estudiando las vibraciones sonoras que emiten al golpearlas
El tradicional método de comprobar la calidad de una sandía oyendo cómo suena al golpearla con la mano ya tiene una base científica sólida. Científicos españoles han profundizado en el estudio de las vibraciones acústicas de las sandías sin semillas, comprobando que una respuesta sonora irregular es señal de huecos interiores que deterioran la calidad del fruto. Perfeccionar esa innovadora técnica, descrita en el ultimo número de la revista Spanish Journal of Agricultural Research, ha servido para desarrollar un dispositivo portátil con el que los productores agrarios podrán conocer el estado interno de amplias muestras de sus sandías sin tener que desperdiciar ninguna para el análisis.
Belén Diezma, profesora de la Escuela Politécnica de Huesca, señala en su estudio que un clima variable al inicio de la temporada de cultivo de la sandía, o un exceso de riego o de fertilizantes, pueden provocar un problema que los agricultores denominan «agrietado o ahuecado interno». La aparición de cavidades en el interior reduce su frescura y sabor y puede llegar a afectar a más del 50% de las sandías sin semillas, que precisamente es la variedad más sabrosa de esta fruta..
Diseñar un oído electrónico
«Cuando una empresa productora de sandías planteó este problema a la directora de mi tesis doctoral, que tiene muy buen oído para la música, pensó que si ella detectaba diferentes sonidos al golpear una sandía defectuosa, grabarlos con un micrófono para analizarlos tendría muchas posibilidades», recuerda Belén Diezma. Cuando trabajaba en el Laboratorio de Propiedades Físicas de la Universidad Politécnica de Madrid, su equipo de investigación ideó un sistema para estudiar la respuesta acústica de una sandía al impacto de una bola metálica sobre un punto del «ecuador» de la fruta: colocaron un micrófono justo en el punto diametralmente opuesto al punto de impacto, sobre esa misma línea imaginaria que la divide en dos partes simétricas.
La idea era estudiar las frecuencias de resonancia de la sandía, que ya se sabía que están relacionadas con la firmeza en otras frutas y hortalizas como manzanas, melocotones y tomates. Adaptar esa técnica en su tesis doctoral para detectar los huecos internos de las sandías le proporcionó a Belén Diezma en 2001 el Premio para Jóvenes Investigadores de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas. En una sandía buena, la frecuencia de resonancia es la misma al golpear en diferentes puntos del «ecuador» de la fruta, mientras que en una defectuosa la «nota musical» va cambiando dentro de un intervalo.
Modo de vibración esférico
«Eso es lo que se puede afirmar desde el punto de vista estadístico, pero en la práctica no es tan sencillo y no se cumple en todas las frutas. Cuanto más maduras están, más difícil es distinguir una buena y una mala», advierte Belén Diezma. Para perfeccionar el método, su equipo comenzó a estudiar los diferentes modos de vibración de la sandía. Los últimos resultados revelan que el que está más relacionado con los huecos internos es el modo esférico, en el que al vibrar la sandía aumenta y disminuye de tamaño por igual en todo su volumen. «Esto confirma que la intuición fue buena al escoger el punto donde colocar el micrófono», afirma la investigadora.
Saber que el modo de vibración esférico es la mejor pista para detectar huecos acerca esta técnica hacia su inminente aplicación: un equipo portátil para que los agricultores puedan analizar la calidad interna de sus cultivos de sandía a medida que crecen. El nuevo método acústico les dará una idea fiable del estado de su cosecha sin necesidad de destruir las frutas escogidas para la muestra. De momento los investigadores han solicitado la patente para ese dispositivo, surgido de llevar el saber popular al terreno de la ciencia y la tecnología.