Tapones a prueba de niños
Los envases que contienen mezclas y sustancias peligrosas no deben resultar atractivos a la curiosidad de los niños y se deben cerrar de manera que les resulte muy difícil abrirlos. Y así se especifica en el Reglamento de clasificación, etiquetado y envasado de productos químicos, que suele conocerse por sus siglas en inglés CLP.
Deficiencias en el envasado de estos productos peligrosos han sido la causa de muchos accidentes en los que se han visto implicados niños. Por ejemplo en Suecia cada año entre 200 y 500 niños beben líquido para encender barbacoas.
Como decíamos al principio el CLP indica que el diseño y la forma de los envases que contienen mezclas o sustancias peligrosas no deben despertar la curiosidad de los niñon ni confundirlos. Esto quiere decir que no debe parecer un alimento o un medicamento. Además el reglamento indica que el cierre de estos envases debe ser a prueba de niños.
Lo que se pretende con el uso de estos cierres a pruebas de niños es dificultarles la apertura obligandolos a realizar dos movimientos simultáneamente, por ejemplo girar mientras que se aprieta el tapón, el gesto es sencillo para un adulto pero mucho más complicado para un niño. Aunque algunos adultos no opinan igual.