Las lagunas profundas podrían ser empleadas para reducir la concentración de metales pesados en aguas residuales
La investigación ha sido llevada a cabo por un equipo de investigadores españoles del Departamento de Contaminación Ambiental del Centro de Ciencias Ambientales del CSIC y los resultados publicados en la revista LIMNETICA
Los procedimientos para eliminar los metales pesados de las aguas residuales que se vienen empleando son complejos y caros. El estudiado por el equipo de la doctora Arauzo es sencillo y económico. Según este estudio, la reducción del cromo, hierro y cinc llegó a ser del 60%.
El procedimiento se basa en el mismo principio de autodepuración que rige el ciclo natural del agua.
Los experimentos se han realizado en una laguna de 4,75 m de profundidad, 2200 m3 de capacidad y forma de pirámide invertida, situada en la Finca Experimental La Poveda (Arganda del Rey, Madrid).
Las lagunas profundas tienen frente a las poco profundas las siguientes ventajas a igual cantidad de agua almacenada:
- Ocupan menos superficie y la inversión necesaria en terrenos es menor.
- Las perdidas de agua por evaporación son menores, lo que significa que el agua que sale de ellas es menos salina y se puede emplear en riegos.
En estos momentos la investigación está paralizada por falta de financiación.