Arranca el proyecto Ibercivis, el primer ordenador ciudadano
La sede central del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), en Madrid, acogió hoy, viernes 20, el
acto de presentación el proyecto Ibercivis. Esta iniciativa
pretende desarrollar el primer ordenador ciudadano del mundo, que
permitirá poner en marcha diversos proyectos de
investigación gracias a la colaboración ciudadana a
través de sus ordenadores personales. En un principio, se
investigará en la búsqueda de nuevas fuentes de
energía, fármacos contra el cáncer y
simulación de materiales.
CSIC
Madrid
20.06.2008 13:32
Hoy viernes ha sido presentado, en la sede central del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el proyecto
Ibercivis, el primer ordenador ciudadano del mundo, que
permitirá desarrollar diversos proyectos de investigación
gracias a la colaboración ciudadana a través de sus
ordenadores personales. El acto ha sido presidido por el secretario de
Estado de Investigación, Carlos Martínez-Alonso, y ha
contado con la participación de los responsables de las
instituciones implicadas en el proyecto, entre otros, el director de
Ibercivis, Alfonso Tarancón, el presidente del CSIC, Rafael
Rodrigo, el director general del CIEMAT, Juan Carlos Rubio, y los
directores de los tres proyectos que hasta el momento forman parte de
esta iniciativa.
Ibercivis es una plataforma de
computación voluntaria en la que los ciudadanos, a través
de la cesión de la capacidad de cálculo de sus
ordenadores personales en los momentos en los que no los estén
utilizando, pueden participar de forma directa en diversos proyectos de
investigación. En un principio, se investigará en la
búsqueda de nuevas fuentes de energía, fármacos
contra el cáncer y simulación de materiales. Esta
iniciativa parte del éxito de una experiencia previa: el
proyecto Zivis, creado en la Universidad de Zaragoza y el CIEMAT, que
contó con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. En él se
pudieron computar casi 800.000 horas de cálculo
científico gracias a la participación de los ciudadanos,
20 veces más de lo previsto en un principio para ejecutar los
trabajos programados.
Tras este antecedente, los promotores de
Zivis se plantearon desarrollar un proyecto de mayor alcance, que
abarcara todo el territorio nacional y en el que se desarrollara un
mayor número de investigaciones. Ibercivis nace ahora como el
primer ordenador ciudadano del mundo, ya que es la primera
ocasión en la que se crea una plataforma estable que aglutina
varias investigaciones, a diferencia de casos precendentes, como
SETi@home, en los que una única investigación reclamaba
la cooperación de los ciudadanos. En una primera fase, Ibercivis
arranca con tres proyectos de investigación, aunque en el futuro
se prevé que nuevas investigaciones se incorporen al proyecto.
Los proyectos
El primero de ellos, desarrollado para simular los experimentos del
stellator TJ-II del CIEMAT, consiste en investigar la fusión por
confinamiento magnético. Esta posible nueva fuente de
energía, de bajo impacto ambiental e inagotable, pretende
realizar en la Tierra las reacciones de fusión que se producen
en las estrellas. Para lograrla es necesario calentar a cientos de
millones de grados de temperatura un gas (deuterio, un isótopo
del hidrógeno) hasta que se ioniza y se convierte en plasma. Los
núcleos atómicos del plasma chocan unos con otros y se
fusionan. La evolución de este plasma requiere multitud de
cálculos para conocer con detalle sus condiciones
físicas, lo que podría permitir en un futuro desarrollar
esta nueva fuente de energía.
El
segundo de los proyectos, el docking de proteínas, se centra en
la búsqueda de nuevos fármacos contra enfermedades,
especialmente contra el cáncer. Su desarrollo parte de la Unidad
Bioinformática del Centro de Biología Molecular Severo
Ochoa, (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de
Madrid), y consiste en el estudio de la interacción entre
compuestos químicos y proteínas. Para ello, se parte de
una quimioteca, una biblioteca con millones de moléculas, que se
acoplan a una selección de proteínas con el fin de que
estas moléculas inhiban la acción de las proteínas
involucradas en el desarrollo de enfermedades. Mediante el
cálculo computacional, se analizan las miles de variables
surgidas y se clasifican para posteriormente experimentar con las que
más posibilidades tengan de convertirse en el principio activo
de un fármaco.
La simulación de materiales, el
tercero de los proyectos de investigación de Ibercivis, se lleva
a cabo en la Universidad Complutense, la Universidad de Extremadura y
el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas
Complejos de la Universidad de Zaragoza. Estudia el comportamiento de
los vidrios, centrándose en los vidrios magnéticos. Los
materiales magnéticos, formados por imanes microscópicos,
tienen numerosas aplicaciones (tarjetas de crédito, resonancias
magnéticas nucleares, etc). Cuando se calientan por encima de su
temperatura crítica, sus propiedades cambian radicalmente (tanto
como las del agua a cero grados centígrados). El caso extremo de
comportamiento exótico es el de los llamados vidrios de
espín, cuyo estudio desborda todas las capacidades
computacionales disponibles. Aunque se trata de investigación
básica, su conocimiento podría derivar, por ejemplo, en
la creación de discos duros más densos y sistemas
más eficaces de detección de tumores.
Participación ciudadana
Para
llevar a cabo estas investigaciones, los ciudadanos pueden ceder la
capacidad de cálculo de sus ordenadores en los momentos de
inactividad. Sólo es necesario entrar en www.ibercivis.es,
registrarse y descargarse la aplicación BOINC. Cuando tengan su
ordenador encendido pero no lo usen, el sistema solicita de Ibercivis
trabajos para realizar y los ejecuta. El usuario puede ver que se
está utilizando su ordenador al aparecer un salvapantallas de
Ibercivis en movimiento, que dejará de actuar simplemente con
tocar una tecla o el ratón. Cuando el cálculo finaliza,
los resultados se envían de nuevo al servidor de Ibercivis.
Esta
plataforma utiliza programas de código abierto y software libre,
y es compatible con todo tipo de ordenadores. El único requisito
es tener conexión a Internet. La seguridad del ordenador
doméstico está garantizada.
En el proyecto
participan el CSIC, CIEMAT, BIFI (de la Universidad de Zaragoza), la
Universidad Complutense, la Universidad de Extremadura, el ITACA y la
RedIRIS.
Más información:
Fuente:
CSIC
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